Los testamentos se someten a legalización por una razón
Al planificar su patrimonio, muchas personas se plantean si les conviene más un testamento o un fideicomiso. Gran parte de esta reflexión se centra en el proceso sucesorio porque mucha gente asume que los testamentos y los fideicomisos hacen las mismas cosas.
La gente puede saber que los testamentos tienen que pasar por la legalización, mientras que los fideicomisos no. Por lo tanto, si no quieren que sus herencias pasen por la legalización, deberían obtener un fideicomiso. Si bien es cierto que, en última instancia, los testamentos y los fideicomisos se pueden utilizar para hacer muchas de las mismas cosas, existe una importante distinción legal entre ambos, ya que el NWI Times tratado en "Planificación patrimonial: Por qué hay que registrar los testamentos."
Un testamento no es más que un documento con una serie de instrucciones sobre cómo deben repartirse los bienes de una herencia y quién debe encargarse de ese reparto. Para que las instrucciones se cumplan, hay que darles efecto legal. La única manera de hacerlo es que un juez apruebe el testamento.
Un fideicomiso es una entidad jurídica independiente cuando se constituye. En lugar de que un patrimonio tenga activos, éstos se transfieren al fideicomiso. Se nombra a un fideicomisario para supervisar cómo se gestionan esos activos.
La distinción puede parecer menor, pero puede tener una importancia crítica en algunas circunstancias. La mejor manera de saber si le conviene más un testamento o un fideicomiso es consultar a un abogado especializado en planificación patrimonial que pueda estudiar sus circunstancias particulares.
Referencia: NWI Times (4 de febrero de 2018) "Planificación patrimonial: Por qué hay que registrar los testamentos."